El Emprendedor solitario

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Existe un chiste muy agrio, que escuchaba cuando era pequeño, hacía referencia a un tanque lleno de cangrejos de los cuales existían argentinos, colombianos y ecuatorianos, dos de ellos se encontraban con tapas y el otro no. El chiste iba así; un comerciante tenía dicho contenedores y se acercaba el comprador a consultar cuál tenía mejor precio. La duda del cliente fue por qué un tanque, el de ecuatorianos, estaba sin tapa, a lo que el comerciante respondió: la diferencia del resto, es que ellos no permiten que un cangrejo suba y se escape, todos impiden su salida.

Esta analogía es muy similar a lo que ha ocurrido en los últimos días, los ecuatorianos se encuentran previstos a impedir el desarrollo individual vs al desarrollo colectivo, no estamos hablando de comunismo, hablamos de que las personas se unen para un bien común, como podría ser salir del tanque.

Dentro de una democracia todos tenemos el derecho a elegir el gobernante que más nos represente, muchas veces no el más conveniente, eso es lo que nos permite el libre albedrío, poder elegir en base a nuestra propia decisión. Así como todos tienen derecho a tener una mejor vida si se lo proponen, no podemos exigir que todos tengan casa, auto y una familia con hijos porque son intereses que no todos podrían participar pero si que tengan las mismas opciones para mejorar su estilo de vida.

Así como hace un director técnico dirigiendo un equipo de futbol, el presidente de una nación tiene el trabajo de realizar todas las acciones necesarias para ofrecer las oportunidades de generar ganancias y un mejor estilo de vida para el ciudadano que desee. Hablamos de que cada acción que tome el presidente, afecte directamente a la población pero para un bien común, no para unos cuantos. Realmente la postura de ofrecer opciones a todos es muy difícil, es una cadena muy larga, el presidente tiene amigos, familia, conocidos que durante toda una vida cultivo o que los fue adquiriendo con el tiempo, todo ello juega a favor para que el mandatario tome decisiones que si ninguna duda va afectar también a estas personas y todo efecto siempre tendrá una causa.

Al referirnos a Ecuador como una nación podríamos revisar que durante nuestra historia de logros deportivos, siempre hacemos referencia hacia los individuales y muy poco a los colectivos, podemos hacer menciones sobre quienes fueron los artifices de estos logros, Andrés Gomez, Jefferson Perez, Alexandra Escobar, si nos damos cuentas son personas que lograron individualmente una meta en la cual se propusieron, obviamente con mucho sacrificio. No podemos juzgar porque no participaron en grupo sino más bien alabar lo logrado por mérito propio y esfuerzo.

Pero… ¿y en lo colectivo? somos buenos para derrocar presidentes, antes de Rafael Correa, estuvieron Abdala Bucaram, Fabian Alarcón, Jamil Mahuad, Gustavo Noboa, Lucío Gutiérrez, Alfredo Palacios, de los cuales tres fueron botados por los ecuatorianos y el resto trataron de llevar la causa de una mejor manera. Podríamos hacer referencia al sin numero de ecuatorianos que han formado empresa y colocándola como negocios exitosos a nivel nacional e internacional, fabricando tecnología que no existe o productos novedosos, quizás en eso somos buenos.

Sólo la selección ecuatoriana ha permitido en un solo grito de “si se puede”, poder clasificarnos por primera vez a un mundial, eso fue para el 2002. Un grupo de personas se unificaron para una sola causa y lograron un objetivo en conjunto. Creo que este impulso debería ser traslado hacia todo lo que los ecuatorianos nos propongamos en lograr, falta considerar a la otra persona como un aliado comercial para el beneficio de ambos, podríamos pensar que esto sólo ocurre en mundo mágico pero deberíamos tener una base y esa base es nuestro propio hogar, con nuestras familias, amigos, personas que podamos confiar y que nos ofrezcan el tiempo y trabajo suficiente para lograr juntos un mejor mañana.

El cambio debe de empezar por uno.

Fuente imagen: https://shorer530.wordpress.com